La Gran Retra, o Constitución de Esparta es la ley fundamental que regía a los espartanos, atribuida a Licurgo.
Instituida tras finalizar las guerras mesenias a finales del siglo VIII a. C., esta constitución tiene por objetivo:
- La administración de los hilotas mesenios recién esclavizados.
- El establecimiento y reconocimiento de los migrantes dorios como nuevos habitantes de Esparta.
- Establecer un estado de carácter comunal y militarista espartano.
La Gran Retra probablemente nunca fuera escrita, pues debió elaborarse a lo largo de las guerras mesenias, que hicieron entrar en crisis a la aristocracia y a la ciudad entera. A fin de garantizar su subsistencia se instituyó la "eunomia" o igualdad de todos ante la ley, con el propósito de eliminar privilegios y descontentos.
Pero, a diferencia de Atenas, la eunomia espartana era sinónimo de una enorme disciplina. Todos los miembros de la ciudad hubieron de hacer sacrificios, tanto la corona como la aristocracia y el pueblo. El sistema de Licurgo busca una simbiosis en la que coexistieran los diversos sistemas políticos conocidos en el ámbito griego:
- La monarquía (hay dos reyes o diarquía).
- La oligarquía (se establece una "gerusía" o consejo de ancianos).
- La tiranía (con el consejo de gobierno de los "éforos").
- La democracia (hay una asamblea popular).
Estas reformas permanecerían en vigor durante la mayor parte de la historia espartana.
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