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sábado, 23 de enero de 2010

Ejército Espartano

El ejército espartano era la fuerza militar de la ciudad estado de Esparta, una de las más importantes en la historia de la antigua Grecia. El ejército constituía el pilar principal del estado espartano, en el cual la primera y principal obligación de sus ciudadanos era convertirse en buenos soldados.


Sometidos al entrenamiento militar desde su infancia, los soldados espartanos eran los más disciplinados, entrenados y temidos de la antigua Grecia. 




En los momentos de mayor apogeo de Esparta, entre los siglos VI y IV a. C., estaba aceptado comúnmente en Grecia el hecho de que "un soldado espartano valía lo que varios hombres de cualquier otro estado".

El Ejército En La Época Micénica

La primera referencia que nos ha llegado sobre los espartanos en la guerra se remonta a la Ilíada, en la que se relata cómo los espartanos participaron junto con otros contingentes griegos.




Al igual que el resto de ejércitos de la civilización micénica, el ejército espartano estaba compuesto principalmente por infantería, la cual iba equipada con lanzas cortas, espadas y el característico escudo griego (dyplon).














Se trata de una era en la que los relatos que tenemos nos ofrecen un tipo de guerra de carácter heroico, basada en tácticas simples que a veces suponían poco más que una carga general. La mayor parte de las bajas se producían en el momento en que uno de los dos ejércitos enfrentados huía en desbandada, momento en el que el otro ejército vencedor podía perseguirle para dar muerte a los soldados en retirada. En este tipo de guerra "heroica" descrita por Homero, el arco se veía como un arma afeminada.


Los carros de guerra eran utilizados por las élites. Sin embargo, y al contrario que sus análogos de Oriente Medio, parece que su utilización quedaba reducida al papel del transporte del guerrero al lugar de la batalla.

Carros de Guerra
En ese momento, el soldado bajaba del carro y luchaba a pie y, si era necesario, el soldado podía volver a tomar las riendas del carro para alejarse del combate. En cualquier caso, también existen relatos en los que los guerreros arrojan su lanza contra el enemigo en el momento previo a desmontar del carro.

El Ejército: El Único Fin

"Antes que a ellos, oirían ustedes hablar a las imágenes de piedra y les sería más fácil hacer apartar las miradas de las estatuas de bronce".

Jenofonte.
Jenofonte 

"Que cada uno siga firme sobre sus piernas abiertas,
Que fije en el suelo sus pies y se muerda el labio con los dientes.
Que cubra sus muslos y sus piernas, su pecho y sus hombros
Bajo el vientre de su vasto escudo.
Que su diestra blanda la fuerte lanza,
Que agite sobre su cabeza el temible airón".

Tirteo.
Tirteo

La Guerra Entre Los Antiguos Griegos

La guerra entre los antiguos griegos consistía, principalmente, en un choque entre formaciones compactas de Infantería Pesada llamadas falanges sin el apoyo de Infantería Ligera ni Caballería.



La Falange

La falange estaba compuesta por infantes, los llamados hoplitas, armados de un modo homogéneo. Es una formación compacta de infantes pesados que, hombro con hombro, presentan un frente unido ante el enemigo.

El Aspis:

Escudo circular de 110 cm. de diámetro. Formado por un gran cuenco y un borde muy reforzado casi plano (de modo que podía apoyarse sobre el hombro izquierdo). Se componía de láminas de madera encoladas entre sí. El interior se forraba de cuero fino, llevaba una embrazadera de bronce en el centro que iba remachada y una agarradera de cuero en el borde. 

El exterior del escudo podía ir cubierto de una lámina de bronce o ir pintado y decorado con un motivo de lámina del mismo material. 


Pesaba 8 Kg aproximadamente (recordemos que los espartanos portaban un escudo más pesado que el del resto de las polis).

El motivo que distinguía a los espartiatas era la lambda que llevaban pintada en el escudo: la inicial de Lacedemonia.



Dory:

La lanza medía entre 1,8 y 2,4 metros, su asta era de madera de cornejo y, la punta, era de hierro. Poseía también una contera metálica para atravesar al caído o apoyarla en el suelo con objeto de resistir una carga de caballería. 




Yelmo de Bronce

Este yelmo de bronce, era de modelo corintio, estaba forrado en su interior de fieltro o cuero.

La Coraza

Estaba formada por capas de lino reforzadas con escamas de bronce.

Las Grebas:

También hechas de bronce.

Una Espada Corta

Esta espada, constituía el arma de reserva caso de que se consiguiera romper la línea enemiga o perder la lanza en la refriega (la espartiata tenía una menor longitud que las usadas por otras poleis). 



Los espartanos, además de sus armas, se diferenciaban del resto de los hoplitas de la Hélade, por qué vestían un manto rojo que, se decía, disimulaba la sangre.
También por qué tenían el pelo largo y cuidado para causar un efecto sicológico al contrario. 





Características De La Panoplia Del Hoplita 


La panoplia del hoplita está específicamente diseñada para la falange:

El escudo sobresale por el lado izquierdo del infante para cubrir la región desprotegida de su compañero de la izquierda. 

De ese modo, los escudos se van solapando a lo largo de la línea formando un frente continuo. 

Sin embargo, el hoplita situado en el extremo de la derecha no recibe la protección del escudo de un compañero que estuviera situado a su derecha, así que, buena parte de la eficacia de la falange dependerá de la entereza y el valor de éste hoplita. 

Este será el puesto en que sirvan los reyes espartanos, para los valores espartiatas, el puesto de mayor honor.

Características De Los Combates De Falanges

"Los ejércitos hacen todos esto: 

Suelen cabecear hacia su ala derecha en las acometidas y, en consecuencia, dominan ambos con su ala derecha el ala izquierda del contrario, y ello a causa de que cada soldado, por temor, protege lo más posible su lado desnudo (es decir, el derecho) con el escudo del compañero situado a su derecha, y por considerar que la formación compacta es lo que ofrece mayor seguridad. En realidad, el que inicia el desvío es el que va el primero por la derecha, en su afán de hurtar continuamente la parte desnuda de su cuerpo a los contrarios; después le siguen por el mismo temor también los demás". 

(Tucídides, Historia de la Guerra del Peloponeso, V 71).

A través de la línea de escudos, como aguijones, las lanzas sobresalen "pinchando" al enemigo.

La falange, nacida entre el 700 y el 650 a.C., exige una intensa disciplina en el "orden cerrado" (en movimientos coordinados) y un entrenamiento constante. Sobre todo, el paso de la línea de columna (formación de marcha) a la de combate es difícil.

El combate estaba precedido por un sacrificio ritual (llevado a cabo por el diarca de turno) al que seguía un almuerzo ceremonial dónde quizás se consumiera más vino del habitual. 

Inmediatamente antes del combate se entonaba el Peán, canto de guerra en honor de Apolo (otros dicen que es una canción de marcha que ayuda a mantener el paso y otros se refieren a él como un grito o ululato de guerra).

Después la falange se pone en movimiento al son del pífano; La lanza se cruza con la lanza, el escudo se pega al escudo; Y el uno se apoya en el otro, el casco al casco, el hombre al hombre. 

Los penachos se tocan con cimeras chispeantes Al doblarse las cabezas, tan apretadas estás las filas.
Ondulan las lanzas, entre las manos audaces sacudidas. Los pensamientos son rectos, el deseo es de batalla.
La Iliada. Homero.



Y se produce el choque;

"Tras cruzar una tierra de nadie quizás de 150 metros en un conato de carrera, bajo un peso de armas y coraza de más de 32 kilos, los contendientes se embestían. Cada individuo habría elegido un blanco para el momento del choque, con la intención de introducir la punta de la lanza en el resquicio existente entre un escudo y otro y tratando de acertar en una porción de carne no protegida por la coraza: garganta, axila o ingle. La oportunidad era efímera. Conforme la segunda y sucesivas filas se apiñaban por efecto del encontronazo, la falange, al unísono, echaba el peso de siete hombres sobre la espalda de los de la primera fila en colisión con el enemigo y bajo ese impacto algunos hombres caían inevitablemente muertos, heridos o aplastados por los de atrás; ello podía crear una brecha en el muro de escudos, y los de las filas segunda y tercera se esforzaban por ampliarla con las lanzas, ensartando y pinchando desde su posición relativamente protegida. Si la brecha se ensanchaba, se producía el othismos o "empujón con el escudo" para abrirla aún más y crear más espacio para poder desenvainar la espada, segunda arma del hoplita, y propinar tajos en las piernas del adversario; y era el othismos el método más eficaz, pues podía producir la pararrexis o "rotura" cuando aquellos más fuertemente apurados por la presión del enemigo cedían al impulso de huir, y deshacían las filas de atrás o, lo que era más humillante, trataban de retroceder desde la mortífera brecha, contagiando el pánico a sus compañeros.

 Hª de la Guerra, John Keegan.


Las Falanges En Combate


En los habituales conflictos entre las ciudades griegas, casi todo obedecía a un ritual preestablecido que se repetía siempre de forma rutinaria. Las batallas entre las distintas ciudades griegas eran rápidas (apenas una mañana) y las campañas rara vez se prolongaban más allá de unas pocas semanas. No existían, por tanto, grandes problemas de avituallamiento, ni se precisaba una logística sofisticada.


Las guerras solían tener lugar en el verano, justo antes de las cosechas. Así existía la posibilidad de conquistar las cosechas del enemigo, mientras las propias ya estaban aseguradas.

Se elegía el campo de batalla de mutuo acuerdo, de manera que no diera ventaja a ninguna de las partes.

Antes de la batalla solían realizarse sacrificios a los dioses pidiendo de ellos apoyo, valor y fortuna en el combate.

Luego ambas formaciones de falange  se colocaban una frente a otra y avanzaban, primero lentamente y luego a paso ligero. Se evitaba por todos los medios romper la formación, ni los escudos se separaban unos de otros.

El ejército espartano avanzaba siempre en silencio y los únicos murmullos que salían de sus movimientos eran los producidos por las fricciones entre los escudos de bronce; este sonido casi insonoro, unido a la música austera de la flauta causaba una honda impresión en quienes no lo habían oído jamás.

Era frecuente, en otras ciudades griegas, que el avance fuera acompañado por gritos de guerra, tambores y trompetas y salves a los dioses de la guerra.

Inicio Del Combate De Las Falanges

1)    Iniciado el combate, se trataba de que la totalidad de la falange presionara colectivamente.

2)    Las bajas producidas eran cubiertas con los soldados situados inmediatamente detrás.

3)    Los flancos estaban cerrados por tropas auxiliares y se tendía solamente al ataque frontal.

4)    Las maniobras de envolvimiento y los ataques laterales apenas fueron utilizados.

5)    Se sabe, eso sí, que las falanges no avanzaban de manera completamente rectilínea. El peso del escudo, situado a la izquierda, les hacía adquirir una tendencia natural a avanzar hacia la derecha para compensar ese peso.

Solamente existían dos posibilidades en la batalla:

a)    Bien se rompía el frente en el centro, o en los flancos. A medida que se perforaba el centro de la formación o una de sus alas, se trataba solamente de evitar que la brecha fuera taponada y conseguir una especie de efecto dominó en el cual el soldado enemigo muerto dejaba el flanco derecho de su compañero desprotegido y, a su vez, pasaba a ser vulnerable.

b)    Primero se combatía con la lanza y cuando la proximidad de las fuerzas enfrentadas la hacía inhábil para combatir, se desenfundaban las espadas que sobresalían entre las filas de escudos.

La bajas podían llegar –y frecuentemente llegaban- al 15% de los efectivos entre los derrotados y al 5% entre los vencedores.

Concluido el choque se construía un monumento a la batalla, habitualmente una torre de madera decorada con las armas y estandartes de los enemigos caídos. Mientras, ambas partes retiraban a sus muertos y realizaban sacrificios a los dioses.

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