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domingo, 24 de enero de 2010

Batalla de Cnidos, Naxos y Alyza

La Batalla de Cnidos (394 a. C.), fue una operación conjunta entre Persia y Atenas contra la flota de Esparta en la Guerra de Corinto.


Los persas y los espartanos habían reunido grandes flotas durante la campaña de Agesilao en Asia. Gracias al reclutamiento de naves en los estados bajo su control, Agesilao había logrado una fuerza de 120 trirremes que puso al mando de su cuñado Pisandro, que no tenía experiencia naval.

Agesilao II

Los persas, por su parte, ya habían logrado reunir las flotas fenicia, cilicia y chipriota bajo el mando del experimentado general ateniense Conon, que había conseguido apoderarse de Rodas en 396 a. C. y convertirla en base naval.

Trirreme Fenicio

Trirreme Cilicia

Trirreme Chipriota

Las dos flotas se encontraron en Cnidos en agosto de 394 a. C. Los espartanos lucharon bien, sobre todo aquellas naves cercanas a la de Pisandro, pero finalmente fueron superados. 
Trirreme Espartana

La flota persa, que era dirigida por el almirante ateniense Conón, destruyó completamente a la flota espartana dirigida por el general Pisandro, que como dijimos, carecía de experiencia en operaciones navales. 

Almirante Ateniense Conón

La batalla acabó con el intento espartano de conseguir la supremacía naval.

El resultado de la batalla supuso un impulso muy significativo a la coalición de estados en contra de Esparta que buscaba acabar con su hegemonía en el curso de la Guerra de Corinto.

Preludio A la Batalla

En 394 a. C., el rey Agesilao II de Esparta y su ejército fueron llamados para que volviesen desde Jonia al continente griego para ayudar en la Guerra de Corinto. La flota espartana, bajo el mando de Pisandro, también comenzó el regreso a Grecia desde su puesto en Cnidos.

Mientras tanto, la flota persa, comandada conjuntamente por Conón y el sátrapa persa Farnabazo, salió de Quersoneso para oponerse a los espartanos. Las flotas se encontraron cerca de Cnidos.

La Batalla

Las fuentes son vagas a la hora de relatar lo ocurrido en la misma batalla. Parece ser que la flota espartana se encontró con naves de  avanzada de la flota persa y que se enfrentaron a ellas con cierto éxito.

Más tarde el cuerpo principal de la flota persa llegó al lugar de la batalla, y puso a los espartanos en fuga, forzándoles a llevar a la costa muchos de sus barcos.
Flota Persa 

Hubo un gran número de naves hundidas o capturadas y la flota espartana fue esencialmente barrida. Tras esta victoria, Conon y Farnabazo navegaron a lo largo de la costa de Jonia, expulsando a los gobernadores espartanos y a las guarniciones de las ciudades, aunque no lograron reducir las bases espartanas en Abido y Sesto, y después prosiguieron en las Cícladas.

Las Cícladas

De esta forma los espartanos perdieron toda su flota, con muchas bajas. Los persas capturaron 50 trirremes espartanos. Pisandro murió mientras luchaba en la defensa de su nave.
Eventos posteriores

La batalla acabó con el intento espartano de crear un imperio naval. Esparta no volvió a intentar grandes proyectos militares en el mar, y en pocos años Atenas retomó su lugar como principal poder naval griego.

Después de la victoria, Conón llevó a la flota a Atenas, lugar en el que supervisó la reconstrucción de los Muros Largos, que habían sido destruidos al terminar la Guerra de Decelia, la fase final de la Guerra del Peloponeso.

Muros Largos De Atenas

Con Esparta fuera de la escena, Persia restableció su dominio sobre Jonia y diversas partes del Egeo. 

La Paz de Antálcidas, en 387 a. C., cedió oficialmente el control de esas áreas a Persia que continuaría controlándolas hasta la llegada de Alejandro Magno medio siglo después.

Alejandro Magno


LA BATALLA DE NAXOS

En la Batalla de Naxos (376 a. C.) la flota ateniense del General o Stratego Cabrias derrotó a los espartanos. Esto fue el comienzo de la recuperación de la hegemonía ateniense en el Egeo, tras la Guerra del Peloponeso. 


La decisiva Batalla de Naxos, que devolvió el control de los mares a Atenas, fue decidida por la valiente y hábil maniobra de Foción en el ala izquierda. 


La nueva marina ateniense derrotó a la espartana en la Batalla de Naxos, una victoria ganada bajo el mando del ateniense Cabrias

Trirremes Atenienses

Trirreme Espartana

En las aguas del oeste otro gran comandante ateniense, Timoteo, ganó la Batalla de Alyzia.


LA BATALLA DE ALYZIA

Timoteo (Timotheus, Τιμόθεος) hijo de Conón, fue un militar ateniense nativo de la demos de Ática de Anaflistos, y quizás miembro de la familia sacerdotal de los Eumolpides. Atendéis de Naucratis dice que su madre era una hetaira tràcia pero no es muy seguro. De su padre heredó una gran fortuna.

Conón

Timoteo fue enviado con 60 barcos a rodear el Peloponèso a petición de los tebanos, para prevenir una invasión espartana de Beocia; asoló Lacònia y llegó a Còrcira que hizo entrar a la alianza ateniense.

Córcira

Por sus medidas moderadas y su carácter dialogante consiguió también la entrada de Cefalònia y Acarnania a la confederación mediante negociaciones, y además convence al rey Alcetes  de Epiro. 

 Cefalónia



Epiro

Esparta envió contra él a una flota dirigida por Nicòloc, sin embargo este esfuerzo fue en vano ya que fue derrotado por Timoteo en Alyzia a la costa de Acarnania.


 Recibió refuerzos desde Còrcira y tuvo el control del mar y la carencia de fondos que sufría, fue sutisfecha (puesto que sólo se le habían dado 30 talentos al salir).

Al año siguiente, 377 aC, se hizo la paz entre Atenas y Esparta y Timoteo fue llamado a su patria. Por el camino paró en Zacynthus donde restauró a los exiliados demócratas que le habían pedido ayuda; el partido oligárquico de la isla se quejó a Esparta, y la carencia de respuesta de la queja presentada en Atenas provocó la reanudación de la guerra.


El 373 a.C fue nombrado comandando de 60 barcos destinar a actuar contra Mnasip a Còrcira, pero no pudo pasar el mar Adriàtico, por lo que se dirigió al mar Egeo recolectando dinero y hombres.

Mar Adriàtico

En esta expedición hizo amistad con Amintes rey de Macedonia.

Por otra parte, el peligro de la pérdida de Còrcira era inminente y Timoteo fue acusado por Ifícrates y Calístrat y depuesto de su mando, teniendo en consecuencia que volver a Atenas para ser juzgado (otoño del 373 aC).

Atenas

Fue absuelto gracias a la intervención de Jasó de Fieras y Alcetes y de la Epir que fueron a Atenas para interceder a su favor. 

Como acusador se  presento Apolodor hijo del banquero Pasió de Atenas, cuyo  discurso fue escritó por Demòstenes, ya que en ese tiempo pasó problemas económicos y tuvo que pedir un préstamo al banquero Pasió de Atenas.







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